Tengo una gatita.
De verdad os cuento que jamás pensé que tendría un gato y supongo que muchos de los que me estáis leyendo diréis o pensáis igual, pero nunca digas nunca y mi caso es el mejor ejemplo.
De toda la vida en mi familia hemos tenido perros y, a falta de uno, dos. También pájaros, tortugas, hamsters y cualquier animalito que nos hemos quedado porque lo hemos rescatado, pero ¿un gato?.
Los gatos siempre me han parecido seres especiales, muy suyos y difíciles de entender. Sus actitudes son imprevisibles y no tiene nada que ver con los perros.
Sin duda alguna y, después de convivir con uno, todo lo que pensaba sobre los gatos se fue al traste. Puedo decir y confirmo que los gatos son los seres más maravillosos del mundo y es la mejor mascota que se puede tener.
Hay muchos mitos entorno a ellos con los que no estoy en absoluto de acuerdo. Que si son independientes, que si son ariscos, que si son agresivos...
Creo, sinceramente, que a estos animales se les ha colgado un San Benito injustamente.
Yo rescaté a mi gata con 1 mes de vida. Estaba dentro del motor de un coche y su llanto era desesperado por salir de allí. Su rescate duró dos horas y por fin salió la pequeña. Fue como un parto, pero sin dolor. La sacamos a duras penas sana y salva y era tan pequeña que no pude más que enamorarme de ella y, sí, me la quedé.
Nunca había tenido un gato y no sabía ni por donde empezar y el primer año fue duro. Como mi experiencia era nula, la eduqué de la misma manera que se educa a un perro y se ha convertido en una gata cariñosa, sociable y obediente. Por supuesto que el carácter de un gato es bastante diferente al de los perros, son felinos y su naturaleza es otra, pero mi conclusión es que su educación va a influir mucho en cómo será en un futuro y así se rompen los mitos que giran alrededor de ellos.
Pues a mi linda gatita me la llevo siempre que puedo a todos lados. Al principio usaba un transportin tipo maleta con una cremallera que pasaba por la base del mismo y con este tipo de transportín me di un gran susto ya que la cremallera cedió con el propio peso del animal y se abrió en plena calle. La gatita se cayó y gracias a que mi amigo estuvo rápido y la agarró, si no podría haberse escapado y ser atropellada en plena ciudad.
NO
A partir de ese momento me planteé estudiar en el mercado qué tipo de transportines serían más seguros y me hice con uno rígido, el típico que se usa normalmente tipo caja azul con varios cierres, pero estos son incómodos y en el caso de que se te caiga al suelo porque falle el asa u otro motivo, se podía abrir.
NO
Tuve que hacer un estudio importante y terminé encontrando el que yo considero el más apropiado.
Puede ir tumbada y de pie, cosa que en los anteriores que os he nombrado no pueden ir de pie y si hacéis un viaje largo donde el animal vaya encogido todo el tiempo, no es cómodo. Es como si tú vas en el coche y no tienes la opción de estirar las piernas en ningún momento...
Es resistente, y lo puedes llevar de la misma manera que un trolley o carrito de la compra, te lo puedes cargar a la espalda, ya que tiene unas cintas para ellos o si no en vilo como si fuera una maleta.
Desde que lo tengo mi gatita viaja cómoda y feliz, se pone de pie cuando quiere y se tumba, puede ver el exterior fácilmente por las rejillas y se abre con una cremallera. El tejido es como el de una mochila y así no corres el peligro de que si se cae se revienten los cierres. Estos los controlas nada más que tú.
Puedes enganchar el trasportín con el cinturón de seguridad por la parte superior sin aplastarlo.
Aquí podéis verla. Creo que su cara lo dice todo... es la mejor copiloto que se puede tener.
Espero que os resulte útil y que si os decidís a comprar uno me contéis qué tal os resulta.
!Hasta pronto!.
#bedifferent #transportin #gatos #gatosfelices
