Yo lo llevo haciendo desde que volví de las vacaciones de verano, me refiero a tomarme esos segundos.
Para mi este verano no ha sido muy diferente a los demás, parte lo he pasado con mis padres y parte con amigas y sus hijos y la verdad es que bien, pero reconozco que es la estación del año que menos me gusta.
Estaba deseando que llegara septiembre, pero claro todo a su tiempo y por fin llegó.
Esto último parece que se va dando correctamente en el calendario, hoy es 23 de septiembre y todo apunta a que el otoño está, oficialmente, aquí. Empieza a llover, todavía no hiela y la época de setas es un momento que me hace mucha ilusión. Eso de pisar el campo y oler la tierra mojada, pasar la tarde con amigos paseando y deduciendo qué setas son las buenas y cuales no y luego, después de asegurarnos bien, cocinarlas con chapetas rojitas en la cara que nos han salido por el frio y el aire puro que hemos respirado. Ducharte y a la camita a dormir... Creo que este fin de semana va a ser de esos.
A veces hay que aferrarse a cosas que hacen ilusión para no pensar en otras, intentar crear los "micro mundos" de los que siempre hablo a mis amigos y que no me gusta llamar "zona de confort" por aquello de lo mal que se habla de este concepto. Pues mira, a mi mis "micro mundos" o "zonas de confort" me gustan y me siento bien en ellos y a quién no le guste que no mire y más en los tiempos que vivimos.
Tanto han criticado estos términos y ahora resulta que no nos queda otra que estar y vivir en ellos.
Está bien situarse en lo que toca vivir, pero... a mi los cambios no me gustan y me cuestan mucho porque, además, creo que no son para mejor en este caso. Hay muchos factores externos que me afectan e infectan mi existencia en este país y uno de ellos es el del panorama político. No siento que le importemos a nadie y a quien le importamos un poquito intentan "cargárselo". Vamos a la deriva en un barco sin timón y parece que sin rumbo.
En fin, que creo que lo que hay que hacer es ser realista aceptar los cambios e intentar reforzar los "micro mundos" para amortiguar los golpes e intentar mantener el equilibrio y la normalidad, y no, no la maldita "nueva normalidad". Yo quiero mi normalidad de siempre.
Sed felices.