martes, 29 de octubre de 2019

En el ascensor

Buenos días.... sí buenos días, porque tampoco es que sean malos.
Son monótonos y un poco como en la película "El día de la marmota". Cada vez que me siento en mi silla de la oficina me siento como si no me hubiera ido. Estos horarios eternos son lo peor. ¿Cuándo nos daremos cuenta en este país de que no es productivo trabajar tantas horas y hasta tan tarde?.

Hace unos meses me encontraba en el ascensor con un chico que trabaja en otra empresa de mi edificio. Casi siempre nos veíamos y, para mi, era algo novedoso. Después de dos años en modo anti hombres, alguien que no era de mi entorno, empezaba a hacerme "tilín".

Un simple "hola y adiós" en el ascensor, hicieron mella en mi corazoncito, o mejor dicho, en lo que queda de él.
Y así durante un tiempo hasta que por junio, aproximadamente, si mal no recuerdo, nos cruzamos en la calle en un espacio abierto, porque eso de los ascensores.... por más que uno intenta adquirir una actitud normal, es complicado. No sabes donde mirar, te respiran encima o te suspiran en la cara (que puto asco).

El caso es que, ni yo misma sé cómo pasó, nos vimos de frente y le paré. 
_ !Hola!, ¿qué tal?. Jo, es que siempre nos vemos en el ascensor y nunca hemos hablado (yo que ssssé no sabía que decirle), _ ¿ya te vas?.
Y me dice_ !Hola! si es verdad. Me voy a recoger a los niños.

Cagada. A ver, entendedme, cagada porque si tiene niños las probabilidades de que esté casado son altas así que, el estómago se me descolgó un poquito y alguna mariposa que revoloteaba, cayó fulminada.

Bueno yo a lo mío _ Yo soy María.
_ Yo Manuel.

Manuel.... oooh qué nombre más bonito... bueno no es de mis favoritos, pero a él le queda muy bien.

En fin, el caso es que de verle a menudo pasé a no verle en tres meses... vaya mierda. Mi suerte (ironía).
¿En serio?, ¿de verdad no vamos a coincidir ni si quiera cuando se cierren las puertas del ascensor porque llego tarde a cogerlo?, ¿ni siquiera ese ratito?. Quiero llorar. No entiendo nada.

Como nos vamos a cambiar de oficina en breve, o eso creo porque llevamos ya un año con este tema y aun nada de nada, pensé en pasar a un plan B. Escribirle una nota. Nada romántico, que ya no estoy para romanticismos. Ya lo fui en su momento y me llevé varios chascos así que, un poco la verdad, pues, que me caes bien, que como ya no nos vemos pues que le escribía y que si le apetecía tomar algo alguna vez que me llamara. Obviamente, le puse mi teléfono con la esperanza de que me llamara, pero nada de nada.

No pasa nada. Bueno, sí pasa, pasa que pasa de mi, pero bueno, como dice mi amiga Laura "el no ya lo tenias". Tal vez yo no le caiga bien o no le caiga, directamente, así que a otra cosa mariposa (y nunca mejor dicho), las mariposas se han marchado. Sólo volaban cuando subíamos al ascensor y él estaba a mi lado, las pobres se han quedado sin fuerzas...

Ahora encontrármelo va a ser mortal y más si es en el maldito ascensor, donde no sabes ni a donde mirar, te respiran encima y te suspiran en la cara, puaj,  y ahora hay que sumarle subir a su lado después de enviarle una nota a través de una cómplice. Si eso pasa intentaré escapar como sea. 

Buen día.


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